miércoles, 6 de enero de 2010

Semanario

“Estos siete son los ojos de Yahvéh, que recorren toda la tierra.”
Zacarías 4:10b

I

Mi tía dice que ésta va para Gabriel
que protege el matrimonio
la anunciación
la buena nueva
le prende un sol que sube en flama
y se unta el blanco vientre con carbón
horrorizada de perfil laberinteando
porque no y porque es tiempo
porque extraña y quiere

por eso canta todo cuanto puede y sabe
mientras en silencio un niño escucha
"duerme duerme negrito"
y sabe que al consumírsele a Gabriel la vela
y a la tía el canto
el coraje estallará en su contra
porque sí y porque es tiempo
por su falta por la sopa el rostro
y hasta el próximo miércoles
será que vuelva a escuchar una caricia.




II


¿Quién como yo?
¿Quién más que Dios?

¿A poco eres Miguel el mero mero
quien somete al batallón de bestias
hijos del octavo día
fieles del Señor sargento justo
que protege la salud de mis hermanos
y fabrica o desfragmenta el átomo cigoto
usando el santo nombre de la Ciencia y el Progreso?

¿esta vela alumbra a ti o a un sargento
a la tierra que se queda entre las uñas
-y con ella siembrase un cañón de pan para sus crías
que ya no son racistas
ni obedientes
ni conservadores-

a la tierra roja azul y blanca
con cincuenta espinas en un cielo
que circula el campo el cuerpo
el pacto la justicia el himno
o va más allá
montando un satélite propagandista
a poner en fila a los milicos en Moneda
a arrogar un bálsamo podrido a los hambrientos
exigiendo la victoria con el agua amenazada
a punta de cañón y un cura al lado?

¿Quién como yo?
Mi ka el
¡Quién como Dios!

¿Quién por encima de los símbolos
de la litografía con tu traje romano
venciendo a Satanás de todos los horrores
a los suspiros negros mas suspiros inocentes
y a los que ya no existen y aún así
te ponen tantas velas como bases en los puertos
o en los hijos que les prestas por amor
y ven una orden recibida practicada pecho tierra
con tu pie derecho santo sobre ellos?

¿Quién como yo?
¿Quién más que Dios?

¿Ya escuchaste Mickey que en el sur
están usando tu balanza nombre y marca registrada
ya escuchaste la trompeta que te acusa
del ojo infante que afuera de Macy´s
Mimie Pluto y Donald arrollaron?

¿ya escuchaste del reproche por las visas
que exigimos para andar de shopping
en la quinta y última cagada
por las calles de óleo tan curveadas como rectas
con las manos verdes de a cuarenta y cien centavos
entre el agandalle y el comecuandoay
que no es lo mismo
pues tu suelo vale cada día de espera y filas?

¿Quién como yo?
¿Quién más que Dios?

A quién más pediremos el dolor
a quién los fallos a favor en la contienda
a quién la muerte de mis enemigos anónimos
a quién Miguel
a quién razones para que se prendan todavía más velas.




III

a Maria Luisa

Soy un cuerpo santo
que se para enfrente de una vela
una máquina de perfección
que muda implora gloria por un cuerpo

dentro de mí corre el cáncer
de vivir jovialmente maltratado
y un diástole y sístole lento
triste decepcionado y solo
que igual reacciona al despertar que en el ensueño

tengo en el centro de la médula tu parafina
y metros de pabilo rojo ardiente
trazan un nombre arrítmico y sereno
con la danza invisible a media voz
pues no es fácil recordar sin reflujo
sin fractura ni hemorragia
el nombre maligno
que quema a cada gota blanca mis días
el nombre que al igual que yo es un cuerpo
y no materia cíclica que choca a veces
para comprobar el pulso y la existencia

por ese nombre
y por la sanación del cuerpo ajeno
que una vez sentí como mío
por donde sea que esté prendo esta vela
para que tú Chamuel lo lleves a la gloria
lo alejes de mí y pueda yo gozar por fin la muerte
lo arrojes a otro sol y pueda descansar en paz.




IV


Antes de que venga
el Ser Mayor a llamar a mi sueño
a decir lo que me falta por hacer
a levantarme y darme más jornada
menos prestaciones e incentivos
bonos de puntualidad absurdos
antes de que me diga que el trabajo dignifica
pero mucho antes
mucho tiempo antes
de que yo lo crea
y le escuche decir
que hay que trabajar para que el mundo gire
para que él pueda recostarse a gusto
gracias a mis manos a mi espalda y mi intelecto
voy a buscar Uriel una salida a esa espiral
que dice ser un símbolo de confort y madurez
pero que más bien
es un tópico de la barbarie bien vestida
y donde el jefe es jefe siempre
y el salario es bajo siempre

porque el Señor Mayor sólo quiere y manda
que sus hijos ganen el pan con los dientes
durante todos los días de su vida
y piensen en llegar a fin de mes
con la renta en mano y el contrato estable
porque a fin de cuentas así será y ha sido
y mientras todo esto no cambie
mi enemigo y redentor será el de enfrente.




V


Sabio radiante amado Jofiel
el templo que edifico con mis actos es de ti
es por ti y para ti
es un laberinto que en sus ángulos de lo posible
en sus líneas de la dimensión tercera
posibles y únicas seguras
-terreno donde el tiempo y el espacio faltan-
buscan tu claridad y amada luz
para ayudarme a levantar castillos
en el nombre de quien viene
del que siempre ha prometido regresar a darnos juicio

y por eso quiero prepararme
quiero ver tu rostro reflejado en mis hijos
hacer sino la perfección la vida
y en la vida que es perfecta
dar de ofrenda la propia

ven Jofiel ven
hazme escuchar tu risa cada noche
cada viernes en que canto en fiesta
que te invoco a viva voz y alegre
gustoso de la esperanza que me dices entre labios
del color de mi recuerdo infante
cuando cada mes
veía llegar paletas y regalos de mi padre
y te besaba las manos por cuidar de él
que era tan bueno

dime Jofiel dime
cuándo te he de ver entrar en mi estructura
cuándo correrás el miedo de mis calles
cuándo tocarás el ritmo de tu nombre
marcial y santo en mi plaza central

dame una respuesta Jofiel
pues nada tengo con seguir aquí
prendiéndote una vela
ni verte tan lejano como siempre
házmelo saber
y si hoy no quieres
mañana vuelvo aquí y te lo pregunto.




VI


No evadiré mi fe para sangrar la dicha
ni detendré mi hiel para matar sin pena
al tiempo fatuo
al amor sufrido al reproche diario
pues siembro y canto azucar
y a la vez
la incrédula mirada me obliga a odiar al querer
al cuidar
al sentir
y entérate Zadkiel
que ya no estoy para el perdón
ni para amar
al malagradecido
al traidor
y que a partir de ahora
mis reglas son las que me dicta el ser
el Yo
el intelecto
que mis creencias son tan firmes
como las de aquellos que te siguen
y por ti son buenos y benevolentes
mas en estos días
la misericordia vale tanto como nada
y prefero estar al margen del mundo
que escucharme mascullar mentadas
o soñar con el castigo de la incrédula mirada
tan deseada para otros
que estarán pidiendo ahora tu poder
para inventarse amar
al malagradecido
al chantajista
al traidor.




VII


No es el llanto ni esta luz tan tenue
sino tú Chamuel
quien me recuerda siempre
que la soledad no tiene límites
sino fronteras abismales
tan profundas como el mal recuerdo
y tan hórridas y crudas
como el porvenir

No es tampoco la amenaza
ni el reproche de castigo que me has dado
por querer hacer del bien un mal conjuro
y esposar en fuego y sal
al cándido secreto del amor
contento mágico risueño
pero que tras lacerantes vientos
se cansó de ser mi esclavo
prefirió no ser de mí
hacer de su destino qué me importa
y codenarme a esta felicidad fingida

No lo culpo Chamuel ni lo aborrezco
maldigo más tu fuerza y tu poder
para embriagarme en cera
y ver si me masturbo o grito
y ser como desde hace tiempo
los oidos más feroces
la presencia inexistente
la más absurda compañía.